Urbetrònica es una instalación en la era postecnológica donde las máquinas y sus transformaciones simbolizan la perfección en las cadenas de procesos en serie, sin embargo, esta obra bebe de la estética del arte glitch surgida a finales del siglo XX. Así, una amalgama de numerosas placas de ordenadores, piezas de máquinas y aparatos electrónicos actualmente obsoletos arrojan imágenes imperfectas intencionadamente para poner en crisis la aparente excelencia de las máquinas y sistemas computarizados de los que gozamos hoy día. Ahí donde el error sí tiene cabida per se, genera una nueva estética de lo deficiente o incorrecto alterando desde la mera imagen, audio o vídeo hasta el software más experimentado. En definitiva, obras donde los defectos digitales devienen en obras de arte únicas y singulares.

 

Por otro lado, una vez más presente en la obra de Veyrat, encontramos en esta pieza la idea de construcción arquitectónica y de reciclaje. La caótica ciudad contemporánea se atisba primero en las formas que dibujan edificios cuyo colofón se vislumbra en su totalidad desde lo alto. Nos encontramos ante el mundo urbano en acción, ese espacio-temporal donde gobierna la técnica y los avances humanos, y que sólo en su falaz fallo acercamos a captar al completo y en su cruda dimensión.