L’Épave, entorno practicable, da nombre al casco de un barco náufrago, un objeto abandonado en el mar y rechazado en las costas como una persona desconcertada que ya no encuentra su sitio en la sociedad. Esta metáfora quiere expresar el estado de ánimo que puede encontrar una persona determinada en un momento concreto de su existencia. La artista está en diálogo directo con el entorno y desea aportar un sentido plástico al espacio.

 

Este espacio requiere un cuidado constante y una rehabilitación periódica como cualquier obra efímera pensada para soportar la intemperie independientemente del material que lo compone. La reforma anterior tuvo lugar en mayo de 2017.